Historia contemporánea
1974: LECCIONES DE ECONOMIA DE LA CEPAL (1)
En el año en mención, la CEPAL – Comisión Económica para la América Latina- publicaba o mejor, divulgaba sus lecciones de economía, en los principales diarios de la región, como una manera de orientar a los pueblos, más que a sus gobernantes, en la forma de manejar sus respectivos países, en una época en la cual predominaba la autocracia derivada de los gobiernos dictatoriales en buena parte del territorio de su jurisdicción. Se habían entronizado en naciones como Chile, Paraguay, Argentina, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, líderes que se habían apropiado del poder por la vía del golpe de estado y desplazado a sus gobernantes, algunos elegidos democráticamente, en una lucha por el poder que en los últimos años ha venido disminuyendo en la medida que la población crece en términos de expectativas y de nivel de educación. En la América del Sur eran pocos los países que tenían una tradición democrática. Colombia y Venezuela se encontraban entre ellos, desde mediados del decenio de los cincuenta y pare de contar.
Lo que viene a continuación, más que lecciones parece un recetario que la CEPAL entregaba a los medios de comunicación, tal vez como estrategia para que las gentes entendieran el valor de los conceptos de la economía, en el progreso de sus países. Lo que hoy se conoce como ‘literatura chatarra’ no es exclusiva de nuestra época; se viene utilizando de tiempo atrás, sólo que debido a las facilidades de divulgación que hoy se tienen, conocerla es mucho más sencillo y oportuno. Pero veamos cuál es el principal tema de economía cepalina esbozado en 1974; el artículo se llamaba ‘Cómo destruir la economía de un país en diez lecciones’ y la verdad es que me llamó la atención, debido en buena parte a las similitudes que hoy podemos apreciar en un gobierno que me abstendré de nombrar y que dejo a la libre escogencia de mis lectores. Evalúen qué tanto de lo que mencionaba la CEPAL hace treinta y siete se está cumpliendo hoy, en algún país del mundo. Las citas que se presentan a continuación, fueron tomadas textualmente del Boletín del Instituto de Integración Iberoamericana de 1974 con algunas de mis anotaciones personales. Cada una de las lecciones incluye, además del enunciado y una breve explicación, la forma de difusión y los resultados obtenidos cuando la lección es bien aplicada.
Lección uno: Fomentar la diferencia de clases.
Enseñar que aquellos que tienen un alto nivel de vida, los oligarcas por ejemplo, lo han logrado gracias a la explotación que han hecho de los que viven con escasos recursos.
Forma de difusión: es fácil elaborar un discurso con base en las grandes diferencias de clase que existen, en especial en los países subdesarrollados. Posteriormente se citan algunos casos de la vida real con los que se demuestra que unos pocos viven con muchas comodidades, mientras que una gran parte carece de lo necesario.
Resultados: La gente ya no ve la solución en producir más sino en quitarle al que ha producido.
Lección dos: Crítica de lo establecido.
Todo sistema tiene fallas y bajo él se cometen injusticias. Hay que buscar dónde están y hacer banderas de ellas. Lo importante es convencer a la gente de que se vive en un sistema injusto que hay que aniquilar.
Forma de difusión: Se utilizan términos como ‘proceso revolucionario’ que es de actualidad y que cada quien puede darle el significado que quiera.
Resultados: Si se logra centrar la atención en lo negativo de lo construido, trabajadores, estudiantes y otras personas ya no se dedicarán al progreso sino a destruir por destruir. El que más destruya será el más revolucionario.
Lección tres: Compra de empresas quebradas y otorgamiento de subsidios por parte del gobierno.
Al convencerse el gobierno que comprar (nacionalizar o expropiar) para evitar el desempleo y la baja producción lo que se logra es salvaguardar la economía, sin tener en cuenta que se desvían buena parte de los recursos que se podrían utilizar en obras de infraestructura o a proyectos que ayuden al progreso del país.
Además se puede argumentar que con los subsidios se está redistribuyendo la riqueza, manteniendo un nivel de producción o impulsando industrias nuevas y necesarias. La verdad es que los subsidios nunca van a dar el resultado esperado, pero sí van a ayudar a devastar la economía y a procrear empresarios y trabajadores parásitos a quienes no les interesa producir en forma eficiente. Los subsidios serán casi siempre mal utilizados ya que se cumplirá la ley de que ‘aquello que no cuesta esfuerzos obtenerlo, tampoco hay cuidado en gastarlo’.
Forma de difusión: Por medio de teorías económicas esotéricas y complicadas, expuesta por alguien que goce de prestigio, se puede convencer a políticos que no saben de economía de la aparente necesidad (de realizar la compra, expropiación o nacionalización y de otorgar los subsidios).
Resultados: Se logran fallas estructurales en la industrialización de la nación que a largo plazo y junto con otros factores van a traer como consecuencia su quiebra total (y agregaría, así se tuviera una gran cantidad de recursos disponibles, estos no tardarían en agotarse)
Lección cuatro: Gastar más de lo que se recibe.
Un gobierno tiene un límite en sus gastos y cuando gasta más allá de sus posibilidades y de su capacidad de contraer deudas, tarde o temprano fracasará. (Es el caso actual de Grecia)
Forma de difusión: Mediante algunos sofismas económicos, el gobierno se convence que es necesario gastar lo que más pueda para crear empleos y elevar el poder de compra de sus ciudadanos. Lo que en realidad sucede es que cualquier gasto del sector público o privado que no da frutos, trae como consecuencia un desgaste de los recursos del país, la disminución en el poder de compra de sus habitantes e impide la creación de fuentes de trabajo en otros campos de la producción. Cada moneda que gasta inútilmente un gobierno es una moneda que deja de gastar un ciudadano.
Resultados: La política de derroche ha traído consecuencias negativas en todos los países donde se ha aplicado. Aunque a corto plazo da impresión de bonanza económica, inevitablemente terminará en una situación peor de la que se trató de resolver.
Gerardo Raynaud D.
Gerard.raynaud@gmail.com
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